Para una buena limpieza de los espejos, comience por el marco, así cuando termine con el cristal se evitará tener que repasarlo. Si desea utilizar un producto ecológico es recomendable una solución de agua con un poco de vinagre. Use una bayeta que no desprenda pelusilla, papel absorbente u hojas de periódico (pese a los adelantos de hoy, siguen siendo muy efectivas).

Otra opción sería, verter en un litro de agua una tacita de café llena de alcohol de quemar y otra de amoníaco. Use un envase con difusor para esparcir la mezcla sobre el cristal y frote con suavidad.

Si no tiene tiempo de limpiar a fondo los cristales y tiene visitas inesperadas, enrolle bien una media de nylon vieja y pásela bien por toda la superfície. Quedarán limpios y libres de polvo.

Conviene limpiar los cristales de la mampara cada quince días. Se puede utilizar un cepillo de dientes viejo impregnado con agua y jabón neutro.